Debido al gran número de personas que últimamente padecen intolerancias alimentarias, creo que es muy importante tratar de desarrollar en la cocina receta de Muffins de Quinoa que se adapten a estas necesidades especiales.

Yo no tengo intolerancia al gluten (Celiaquía), pero conozco al menos una persona que lo padece de forma severa.

Debido a que le ha sido diagnosticada la enfermedad en su edad adulta, ha tenido que transformar de manera radical la forma de alimentarse.

No conozco a fondo el tema de la celiaquía, pero en varias ocasiones personas que sufren de esta intolerancia pueden visitar esta categoría y pueden dejar sus comentarios porque alguna de las recetas de las que hemos compartido se adecuan a sus necesidades.

De este hecho ha venido mi interés por buscar expresamente algunas recetas específicas para este problema.

Pretendo que estas recetas sean meramente orientativas y por supuesto estoy abierta a consejos y rectificaciones sobre ellas que personas con más autoridad que yo sobre el tema puedan hacer.

En la página «Caminar sin Gluten» encontraréis una magnífica selección de recetas sin gluten y artículos donde se trata a fondo el tema de la celiaquía.

La base de esta receta es la quinoa, llamada «Grano Madre» por los Incas. En principio incluía también copos de avena, pero después de informarme sobre el tema he descubierto que aunque este cereal en sí mismo no contiene gluten, suele prohibirse debido a que su procesamiento y transformación se realiza en factorías donde habitualmente también se procesan otros cereales que sí suponen una prohibición expresa para los celíacos: trigo, cebada…, de manera que he sustituído la avena por harina de arroz.

Están llenas de fabulosa proteína vegetal y carbohidratos complejos, utilizan una mínima cantidad de grasa y en mi versión he sustituido el azúcar y la miel por sirope de ágave, un endulzante natural con un bajo índice glicémico.

Llevan dátiles muy picados, lo cual incrementa su dulzura. Esta es mi versión:

Ingredientes:

1 cucharadita de aceite de girasol (para engrasar moldes)
¾ taza de quinoa cocida (igual que el arroz blanco)
1 y 1/4 tazas de polenta
3/4 taza harina de arroz (integral de trigo o copos de avena para los no celíacos)
2 cucharaditas de levadura Royal
1/2 cucharadita de sal
2 cucharaditas de canela molida
3 naranjas orgánicas si es posible, o muy bien lavadas
1/3 taza de sirope de ágave (la miel también es perfecta)
2 cucharadas de aceite de girasol
2 huevos
2/3 taza de dátiles o ciruelas secas deshuesadas muy picados

Precalentar el horno a 175ºC.

Engrasar unos moldes o forrar con moldecitos de papel.

Mezclar en un bol grande la quinoa cocida, polenta, harina de arroz,levadura en polvo, sal y canela.
Rallar la cáscara de 2 naranjas y reservar.

Pelar también la otra y partir las 3 naranjas en trocitos muy pequeños (también pueden procesarse en un robot de cocina).

Mezclar el sirope de ágave, aceite y huevos.

Verter sobre las naranjas procesadas. Agregar los dátiles y la ralladura de naranja reservada.

Mezclar todo muy bien.

Si la mezcla resulta demasiado líquida (depende de la cantidad de jugo que tengan las naranjas), agregar un poco más de polenta o harina de arroz.

Si la mezcla resultara demasiado espesa, agregarle zumo de naranja.
Verter la masa en los moldes preparados y llevar al horno durante 30 minutos o hasta que un palillo pinchado en el centro salga seco.

Dejar enfriar totalmente sobre una rejilla y guardar en un recipiente hermético. Están mucho mejor cuando se enfrían totalmente.