Los mejillones son sumamente nutritivos. Pero además de nutritivos, son extremadamente sabrosos. No en vano son uno de los mariscos más consumidos. Mojojón, mocejón, ligerón o macillón son algunos de los nombres que se les suele dar  según las regiones del país donde uno se encuentre. Todo confabula para que los probemos: tienen alto valor nutritivo, sobre todo proteínico y además,  bajo contenido en grasas.

Una manera muy común de consumir los mejillones es cocidos al vapor y regados con un chorrito de limón, o también, acompañados de salsa picante.

Cuando son grandes,  se los suele preparar gratinadas, y cuando son pequeños se los suele emplear como ingrediente para una gran diversidad de recetas: sopas, arroces, pastas, verduras, pescados, etc… también se las suele emplear en brochetas, con trozos de carne, pescado y/o verduras. Es decir, son totalmente multifacéticos.

Hoy  optaremos por los mejillones al vapor, que como bien dijimos es una de las recetas más comunes. Y recordemos, que los mejillones ya son bien saladitos. O sea, ya tienen sal suficiente, por tanto para cocinarlos no necesitamos agregarle más.

 

MEJILLONES AL VAPOR

Ingredientes: 

2 kg. de mejillones.
2 dientes de ajo.
2 cucharadas de aceite de oliva.
Pimienta negra.
1 hoja de laurel y 1 limón.

Preparación:

Limpia bien los mejillones, arrancándoles las barbas y las adherencias. Lávalos y déjalos escurrir. Prepara una cazuela más bien honda, a ser posible de barro. Introduce los mejillones, unos cuantos granos de pimienta, la hoja de laurel y los dientes de ajo pelados y machacados. Vierte el aceite y tapa. Acércala al fuego y déjala unos 8 minutos, hasta que compruebes que los moluscos se han abierto. Si alguno permanece cerrado, retíralo y no lo aproveches, porque seguramente no estará en buenas condiciones. Quita una de las valvas y deja el mejillón unido a la otra. colócalos en una fuente honda y sírvelos fríos o calientes, rociados con zumo de limón.

Via | paisvasco